Creo que dos palomas
vienen volando y se meten en mis ojos, entonces mi cabeza es un
desastre.
Creo que dos palomas se metieron en mi cabeza. Las vi
gigantes acercarse a mis ojos, se metieron en mi cabeza que es un desastre de
plumas y aleteos contra el techo.
Mi cuerpo , un robot gigante, cae hasta el piso donde todo
es frío y duro.
¿Puedo meter mi brazo hasta el fondo de mis tripas y
arrancármelas, desparramarlas por el piso? ¿Puedo salir de mi cuerpo y
golpearme y arrastrarme de los pelos?
Creo que dos palomas se metieron en mi cabeza, entonces mi
cabeza es un desastre.
Espasmos corporales,
incontrolables, contra la pared. La sangre va tapando lo blanco. Pienso a veces:
“se ha cortado la empatía, el mundo ha muerto para mi”. Como un cuervo me
escapo de mi cuerpo, con dos palomas en la cabeza. Pero la cabeza queda en el
cuerpo, en el piso, en la soledad y yo me voy volando y soy un cuervo y puedo
mirar el mundo del desastre desde arriba y también puedo verme ahí tirado,
desparramado, vivo, vivo pero sin mi yo. Ya me empiezo a alejar y quizás llegue
a ver como las dos palomas se vuelven a escapar por los ojos que ya no son míos
sino de un cuerpo que preferiría ya no estar, pero no puede hacer nada.