miércoles, 24 de febrero de 2021

 No te creo si te vas porque no le creo a la soledad.

Me habita un animal, usa mi piel como un disfraz

El alma es una postal de lo que ya no vamos a ser. Fotografía ideal, imposible.

La conciencia: insecto desesperado, prueba de la irrevocable inmovilidad de una foto

 ¿Dios es esa bola que brilla en el cielo?        Hombre de fuego con ojos de luz                  manos que queman tus labios                    máquina de sombras llévame con vos             soy solo una gota de tu lluvia 

 Creo que soñé con vos hoy, no lo sé

Tal vez fue un gran lugar con un mar o un        huracan dentro de mi

Vos sabes... Viajamos siempre hacia ese lugar donde tu cuerpo es un túnel... Las paredes me abrazan

Cuando tu cuerpo es una cueva las paredes me abrazan

Expandirse

 Explotar, expandirse, "ser uno hacia el mundo". Fundir tu mente al todo que te rodea, enfrentar al monstruo de la realidad con garras de león, confluir con el huracan de vida que se aproxima limitaré mi conciencia al instante antes de volver. Te voy a dar de comer mis alas              voy a arrancar ese lamento de tu boca construiré el camino hacia el filo de tu corazón entre paisajes de apocalipsis mi maño será tu único boleto de salida

Del cuaderno hit

 Me aqueja un mal inconfesable una especie de infección sentimental, de bacteria con olor a humedad.                                                                  Lo único cierto es que no puedo evitar, últimamente, pensar con los sentimientos, ubicados en ese espacio imposible llamado alma, y sentir con los pensamientos los más concretos y vulgares sentimientos.                    Sin embargo el hombre gato que me espera en la esquina de la desesperación parece disfrutar enormemente el juego de luces que provocan las chispas de mi cerebro repletos de sentimientos que se chocan anárquicos por naturaleza que se friccionar como pistones aceitados contra la coraza del miedo. Pistones destinados a mover un mecanismo gris en frenca rendición. A punto de fundirse 


viernes, 1 de enero de 2021

Cuaderno hit

 Si yo pudiera besarte hasta hacerte real, rescatarte con mi mano izquierda de las sombras y con la derecha dibujarte una casita para que vivas conmigo podría ponerla frente al mar como dijiste o volando sobre todos los techos robando antenas para que las pongas en el jardín y que juegues a que son tus flores. Flores gigantes y retorcidas, flores que tomen rayos del cielo, flores que te hipnoticen los pecho y te agranden la mirada, quizás así yo entre en tus ojos y me convierta en parte activa de tu marea, o tu mareo, o tu infierno de todos los días