Que dios mate a los burgueses,
Y que vivan los Artistas.
Eternamente jugando
En un jardín sin espinas...
Que las adolescentes se rindan
A los cantores engañados
Que en el infierno ardan
A los que todos aman
Que el rey lumpen ordene a sus súbditos
La más feroz contemplación...
Que el mundo se detenga en cada atardecer
Que la ciudad sea al fin un animal enamorado
Una legión de hadas rubias
Besando en la boca
a los mendigos que duermen
En la calle.
24 de octubre de 2004
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario